También se esculpieron esculturas de cuerpo entero. En estas estatuas el individuo podía estar de pie o sentado (es más frecuente el retrato sedente en mujeres que en hombres).
Era muy común decorarlas, ya sea pintando o agregando cabello, barba, pestañas, cejas, ojos e incluso vistiéndolas.
En menor proporción también se realizaban esculturas de pie, los togados, figuras sentadas, esculturas ecuestres, etc. La escultura estatuaria posiblemente sea la que más nos impacte, ya que en ella podemos ver reflejada la esencia de las personas que poblaron el Imperio.
La mayoría de estas esculturas están relacionadas con la representación de divinidades héroes y se nota que hay una influencia griega y etrusca.
En todos los lugares públicos y plazas, abundaban las esculturas. La escultura romana no solo tenía una finalidad estética, también era el reflejo de una sociedad, una política y de una historia, la romana.
La escultura romana estaba sometida a la arquitectura, sobre todo en los relieves, por lo que los romanos tenían especial interés. Todos los monumentos tenían sus bajorrelieves: templos, altares, arcos del triunfo, sarcófagos, columnas, etc. En ellos se combinaban varios elementos: personajes y escenas históricas, figuras mitológicas o alegóricas, motivos vegetales, etc. Tenían un sentido narrativo, y generalmente rememoraban las acciones de sus promotores.
Integrantes: Abeldaño, Jesica - Walter, Laura.
Fuentes: www.arteespana.com
www.monografias.com
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