viernes, 2 de julio de 2010

ARQUITECTURA ROMANA
El mundo griego fue fundamental para el desarrollo del arte romano junto a las aportaciones de la cultura etrusca. Sin embargo, también tuvo una indiscutible personalidad, manifestada principalmente en la arquitectura.
ÓRDENES DE LA ARQUITECTURA ROMANA
· el orden toscano que permanece básicamente igual.
· el orden dórico que eleva su columna a dieciséis módulos, adorna su collarino o garganta, añade un talón al ábaco, tiene el astrágalo en forma de junquillo que rodea al fuste y debajo de la corona de la cornisa lleva dentículos o mútulos. Esta última diferencia le constituye respectivamente en las variantes de dórico denticular y dórico modillonar, según los arquitectos del renacimiento.
· el orden jónico que adorna más su capitel que el griego, reduce la magnitud de sus volutas, suprime en ocasiones el astrágalo y eleva la altura del fuste.
· el orden corintio se ostenta más florido aún que el griego y en él abunda, sobre todo, la hoja de acanto. De ésta, lleva dos o tres series el capitel, dobladas hacia adelante y además de los dentículos admite series de modillones adornados para sostener la cornisa.
· el orden compuesto que llegó a ser el predilecto de los romanos no difiere del corintio sino en engarzarse más los adornos y en alguna modificación accidental del capitel: éste se constituye por hojas de acanto sin calículos y con cuatro volutas que salen por encima del cuarto de bocel de modo que parece compuesto de jónico y corintio.


LOS TEMPLOS ROMANOS
El templo romano se conformó en base a la tradición de dos mundos: el etrusco y el griego. Estaban atendidos por sacerdotes adscritos que administraban el templo y todo lo concerniente a los ritos con sus dioses.

En el Imperio Romano existió una gran relación entre el mundo religioso y el político, de manera que el Sumo Pontífice será el propio emperador.

Otras figuras destacadas en el templo fueron las vestales, figuras femeninas dedicadas a los templos, especialmente a aquellos que estaban dedicados a diosas femeninas.




Templo de la Fortuna Viril o de Portunus
Este templo fue llamado Portunus porque estaba dedicado a una divinidad fluvial. Se construyó a finales del siglo II o principios del I a.C., en la época de la República, y se encuentra en el Foro Boadio, el foro del comercio del buey.
Es pequeño pero de buena armonía. Es próstilo, tetrástilo y pseudoperíptero. El frontón, que sobresale mucho, y el entablamento son lisos. El orden utilizado es el jónico, pero las volutas no son planas sino que sobresalen en diagonal.




Templo Maison Carrge
Se encuentra en Nimes, (Francia). Es un templo que sigue la estructura del anterior, pero siendo mucho más grande. Se encuentra muy bien conservado. Es ya de época imperial, probablemente de tiempos de Augusto. Es un templo próstilo, hexástilo y pseudoperíptero. Tiene una única cella. El orden utilizado es el corintio. El friso tiene decoraciones vegetales y en la parte frontal, con letras de bronce, aparece una inscripción sobre quién lo realizó.

Templo de Vesta
Es un poco más tardío que el de Fortuna Viril, del siglo I a.C., pero todavía de época republicana. También se encuentra en el foro Boadio. Es llamado así porque era circular, pero en realidad estaba dedicado a Hércules Víctor Olivarius, que era el patrón del comercio del aceite. La cella es circular y está rodeada de columnas exentas de capitel vegetal. Está asentada sobre un basamento que recuerda el de los griegos. Está realizado en mármol, probablemente por un arquitecto griego. Le falta el entablamento y la cubierta. El orden utilizado es el compuesto.

Templo de Venus y Roma
También de época imperial, se encuentra en los Foros Imperiales de Roma. Se trata de un templo doble. Las dos cellas están afrontadas con una exedra, lo que serían las cabeceras. Ambas cellas están abovedadas. En las exedras es donde se situaría la estatua de las diosas. El muro del interior está articulado con una serie de hornacinas. Son templos próstilos, in antis y están apoyados sobre una krepis, ya que tienen gradas alrededor de todo el templo. Todo el conjunto está rodeado por un patio porticado con columnas.




El Panteón
No fue lugar de enterramiento, sino un templo dedicado a todos los dioses. Fue realizado en el 27 a.C. por Agripa. Sufrió un incendio en el 80 d.C. y en el 125-128 lo reconstruyó Adriano, pero manteniendo la inscripción de Agripa.
Tiene una planta centralizada que se corresponde con el alzado. Está realizado en hormigón y ladrillo y está recubierto al interior por placas de mármol y al exterior con estucado y pintura. El hormigón se utilizó para los arcos de descarga que son los que permiten sostener la gran cúpula que cubre toda la cella. Al interior el muro se aligera con hornacinas, alternas rectangulares y semicirculares, en las que se coloca la estatua de un dios, y delante de cada una de ellas se sitúan dos columnas que soportan un entablamento que sólo se rompe en la puerta de entrada y en la hornacina central.
Sobre este entablamento se situaba la cúpula, de 43 m. de diámetro y de altura. Estaba recubierta por casetones cuadrados que se van haciendo trapezoidales según se sube en altura para dar una mayor sensación de profundidad. En el centro tiene un óculo abierto de unos 9 m. de diámetro que está bordeado de bronce.
La cella está precedida por un pórtico octóstilo muy profundo con otras ocho columnas detrás de las frontales que dividen el espacio en tres, dejando el espacio central más amplio, más ancho y alto. En las hornacinas del pórtico probablemente había una estatua de Agripa y otra de Augusto. Las grandes puertas de bronce todavía se conservan.

El Ara Pacis de Augusto
Fue realizado en el 13 a.C. para conmemorar la paz tras la guerra de las Galias y de Hispania. Se realizó para que todos los años las vestales hicieran una conmemoración de esta paz. Ahora se encuentra junto al mausoleo de Augusto, en Roma.
El altar está cercado por una construcción ligeramente rectangular de unos 10 u 11 metros. Todo ello está realizado en mármol. No hay techo. Tiene una puerta principal en la parte delantera y otra secundaria en la parte de atrás. El muro está decorado con relieves narrativos e historiados, tanto en la parte interior como en la exterior. El altar está situado sobre unos escalones y también hay en él decoración en relieve en relación al sacrificio que se realizaba.
En el exterior hay dos frisos: en la parte baja hay decoración floral con roleos entre los que hay minúsculos animalillos. En la parte superior donde aparece una magnífica procesión, en la que se encuentran Augusto con su familia, cortesanos, etc., con una gran riqueza en actitudes, posiciones y vestimentas. Hay hombres, mujeres y niños en distintos planos, que dan profundidad y crean un excelente espacio. Una cenefa clásica separa los frisos.
También hay representación de la arquitectura: aparecen en relieve pilastras con el fuste con decoración vegetal que soportan un entablamento, etc. Junto a la puerta hay una representación mitológica de la tierra, con dos niños y frutos en su regazo, animales a sus pies y junto a ellos, vegetación. Flanqueándola hay dos ninfas, una sobre un cisne y la otra sobre un lobo marino.

LAS TUMBAS
En líneas generales, las tumbas romanas derivan de las etruscas, aunque con el tiempo fueron adquiriendo una mayor libertad y complejidad. Todas las tumbas se encontraban fuera de la ciudad. El rito funerario podía ser por inhumación o por incineración.

Hubo tumbas colectivas, llamadas columbarios, que podían estar en una roca o en construcciones con nichos donde se colocaban las urnas.

Los mausoleos son enterramientos que podrían derivar en un principio de los tholoi de Etruria y del mausoleo de Halicarnaso. Suelen ser circulares, grandes y, generalmente, cubiertos por un túmulo donde se va a colocar vegetación, estatuas, etc.

También hubo enterramientos con otras formas: de templo, de torre, de monumento, etc.

Muchas veces se formaron verdaderas necrópolis que seguían la forma de los hipogeos egipcios.




Mausoleo de Augusto
Es del siglo I d.C. y hoy apenas quedan restos. Estaba formado por un anillo circular coronado por un túmulo de tierra con cipreses y coronado por una escultura del emperador. En su interior había tres cámaras: una para el cuerpo de Augusto, otra para el de su esposa, Livia, y otro para su familia. Ya en la Edad Media fue reutilizado como fortaleza y en el siglo XIX como circo y teatro. Es posible que sobre el túmulo hubiese un templete circular coronado por una estatua.




Mausoleo de Adriano
Este mausoleo es muy similar al anterior, aunque es ya del siglo II. Fue usado por otros emperadores. En el s.VI se convirtió en una capilla conmemorando una peste que se erradicó cuando al Papa Gregorio Magno se le apareció el Arcángel Gabriel. Más tarde se convirtió en castillo, que es lo que se conserva, el Castillo Saint-Angelo. La diferencia con el de Augusto es que el anillo circular estaba asentado sobre una base cuadrada. Encima del túmulo había un templete coronado por un carro tirado por el emperador como si fuera Apolo.

Enterramiento de Cayo Sexto
Es de época republicana. Tiene la estructura de una pirámide. Se encuentra en Roma, extramuros pero junto a la muralla. Demuestra la influencia de Egipto en Roma, especialmente en un momento en el que se estaba conquistando este país. Está realizado en piedra cortada en sillares y tiene una estructura muy simple, con sólo una cámara.

Enterramiento de Fabara
Es del s.II, por tanto, de época imperial. Se encuentra en la provincia de Zaragoza. Tiene la forma de un templo, aunque no cumplía esa función, pues sólo sirvió de lugar de enterramiento. Es próstilo y tetrástilo y de orden toscano. En el friso había una inscripción conmemorativa sobre el difunto.

Torre de los Escipiones
Se encuentra en Tarragona. Está relacionada con la familia Cornelio, hacia el s. I a.C. Parece una torre de carácter militar pero se trata de un enterramiento. Está realizada con sillares de piedra. Tiene tres cuerpos y probablemente le falta el remate, que seguramente fuera piramidal. En uno de los lados hay dos figuras masculinas de carácter protector.

jueves, 1 de julio de 2010

Escultura Romana

La escultura romana tuvo una gran cantidad de representaciones, soportes y funciones, pero no hay duda que el retrato es la más sobresaliente.



Al principio, las estatuas romanas de retrato sólo presentaban la cabeza y parte del cuello. Luego de un tiempo, se avanzó en la representación de todo el busto, incluyendo hombros y pecho.

También se esculpieron esculturas de cuerpo entero. En estas estatuas el individuo podía estar de pie o sentado (es más frecuente el retrato sedente en mujeres que en hombres).

Era muy común decorarlas, ya sea pintando o agregando cabello, barba, pestañas, cejas, ojos e incluso vistiéndolas.


En menor proporción también se realizaban esculturas de pie, los togados, figuras sentadas, esculturas ecuestres, etc. La escultura estatuaria posiblemente sea la que más nos impacte, ya que en ella podemos ver reflejada la esencia de las personas que poblaron el Imperio.
La mayoría de estas esculturas están relacionadas con la representación de divinidades héroes y se nota que hay una influencia griega y etrusca.

En todos los lugares públicos y plazas, abundaban las esculturas. La escultura romana no solo tenía una finalidad estética, también era el reflejo de una sociedad, una política y de una historia, la romana.

La escultura romana estaba sometida a la arquitectura, sobre todo en los relieves, por lo que los romanos tenían especial interés. Todos los monumentos tenían sus bajorrelieves: templos, altares, arcos del triunfo, sarcófagos, columnas, etc. En ellos se combinaban varios elementos: personajes y escenas históricas, figuras mitológicas o alegóricas, motivos vegetales, etc. Tenían un sentido narrativo, y generalmente rememoraban las acciones de sus promotores.


Los materiales más utilizados en el retrato romano fueron el bronce y el mármol. Las estatuas carecían de colores, aunque al principio los ojos sí se coloreaban, aunque más tarde se abandonó para ser tallados.




Integrantes: Abeldaño, Jesica - Walter, Laura.
Fuentes: www.arteespana.com
             www.monografias.com

martes, 29 de junio de 2010

lunes, 28 de junio de 2010

Mùsica Romana

Música romana
Los romanos disfrutaban con la música. La música les acompañaba en sus banquetes, en sus fiestas, en el circo e incluso las legiones tenían banda militar. Se han recuperado numerosos restos arqueológicos de instrumentos y en los frescos y mosaicos que se conservan podemos ver infinidad de representaciones musicales. Se han realizado reconstrucciones de sus instrumentos y se les ha hecho sonar, pero hay algo que se ignora por completo y es cómo sonaba la música Romana. Es decir, que ritmos, tonos o melodías les gustaba escuchar a los romanos

Teatro Romano



Teatro romano
El teatro romano es una construcción típica del Imperio romano, generalizada por todas las provincias del imperio, y que tenía la finalidad de servir para la interpretación de actos teatrales del período clásico.

Teatros, anfiteatros y circos romanos
La política de romanización de los pueblos conquistados hizo que se construyeran teatros romanos, así como anfiteatros, circos, foros y templos, con similares características a lo largo de todo el imperio, desde Hispania hasta Oriente Medio. Hay ciertas semejanzas entre circos, teatros y anfiteatros de la Roma antigua. Todos se construyeron con iguales materiales —piedra y mortero romano— y tenían como fin servir al ocio ciudadano por medio del espectáculo. Sin embargo, cada uno tenía funciones y forma diferentes:
• El circo romano se usaba para las carreras de caballos y cuadrigas.
• El anfiteatro romano utilizado para acoger espectáculos y juegos (lucha de gladiadores y venationes, lucha de animales).
• El teatro romano se usaba para representaciones de obras teatrales, griegas y romanas.
Estructura del Teatro
Las características principales del teatro romano derivaron en un principio de las del teatro griego, ya que muchas de las características generales de la arquitectura romana derivan directamente de la arquitectura del período helenístico.
Los primeros teatros se construyeron en madera. Éstos se derribaban después de que el acontecimiento para el cual fueron erigidos concluyera. Una ley impedía la construcción de teatros permanentes. Sin embargo, en el 55 a. C. se construyó el Teatro de Pompeyo con un templo para evitar la ley.

Literatura Romana

Literatura romana
El latín es la lengua más conocida entre las "lenguas muertas" y debe el nombre a la antigua comarca del Lacio y fue adoptada posteriormente por los fundadores de Roma con aproximaciones de otros idiomas como el griego, el umbrío, el osco y el etrusco y con aportaciones de algunos dialectos que han concurrido a la formación de la lengua latina como el pelasgo o el céltico; hay que lamentar la pérdida del libro de los Orígenes de Roma, de Catón, que hubiera ayudado a esclarecer sobre la cuestión de la primitiva composición del latín. El monumento más antiguo que se conserva del latín es un canto o himno que los hermanos arvales, colegio de sacerdotes romanos, recitaban en su fiesta anual y que fue descubierto en el año 1777, grabado en una piedra, acompañada de los estatutos del colegio.
La literatura romana en latín abraza dos partes muy marcadas que son la literatura indígena y la imitada.
• La literatura romana indígena ha dejado muy pocos vestigios y sólo nos ofrece fragmentos, que proceden del origen de Roma y ensayos de arcaísmos que proceden fundamentalmente de tiempos de la República, de los emperadores y principalmente de los Antoninos.
La literatura romana imitada ha producido composiciones en que la inspiración individual se junta a la imitación más feliz, obras numerosas y elegidas que nos han llegado enteras. A veces se ha solido confundir las obras de origen italiano, producciones más toscas del genio agrícola o religioso de los primitivos romanos (que ofrecen un carácter más original), con las copias latinas de las obras maestras de Grecia, que ofrecen un encanto, una elegancia y una suavidad correspondientes a una civilización culta y refinada.

El latín

El latín es una lengua de la rama itálica que fue hablada en la antigua República Romana y el Imperio romano desde el siglo IX a. C.
Aunque el latín en su forma clásica actualmente es la lengua nativa del Estado Vaticano y, por tanto, no es una lengua muerta, éste dio origen a un gran número de lenguas europeas, denominadas lenguas romances, como el castellano, el francés, el italiano, portugués, el catalán, el gallego, el rumano, y otras de menor difusión (el asturleonés, el aragonés, el occitano, etc.), y también ha influido en las palabras de las lenguas modernas, como consecuencia de que durante muchos siglos, después de la caída del Imperio romano, continuó usándose en toda Europa como lingua franca para las ciencias y la política, sin ser seriamente amenazada en esa función por otras lenguas en auge (como el castellano en el siglo XVII o el francés en el siglo XVIII) hasta prácticamente el siglo XIX.

Tipografia Romana